Logística y Competitividad
La Clave del Éxito: Tecnología – Procesos – Personal Entrenado
La Logística, especialmente en la última década del siglo XX y en lo que va siglo XXI, ha ido adquiriendo un rol cada vez más preponderante en la competitividad de las empresas hasta llegar a transformarse, especialmente con la llegada de la era del comercio electrónico, en un elemento central de las estrategias de los negocios. Mercados cada vez más competitivos explicado tanto por la diversificación de la oferta por un lado, como por consumidores cada vez más exigentes por otro, hace que las empresas busquen nuevas formas de satisfacer a sus clientes a la vez que deben cuidar los costos asociados. Hoy ya no basta con el poder de la marca para seducir al consumidor que cada vez es menos leal a ella, variables como la disponibilidad y la oportunidad del producto (que el producto esté cuándo y dónde el cliente lo necesita) pueden ser tanto o incluso más relevantes a la hora de tomar una decisión de compra. Esto último es lo que en logística se conoce como “Servicio al Cliente”. Es en estas dos dimensiones, eficiencia en costos y servicio al cliente, en donde la logística puede marcar la diferencia respecto de la competencia. Resulta que para que el cliente tenga el producto cuando él lo requiere (alta disponibilidad de inventario) y donde lo necesita, puede resultar muy caro si no se administra adecuadamente. Esto pone mucha presión a los sistemas logísticos de las organizaciones y se transforma en el principal desafío de la logística en las empresas: Mantener el complejo equilibrio entre costos y servicio.

(Fuente: Mora García, Luís Aníbal. Gestión Logística Integral. Página 22)
Para poder conciliar estas dos dimensiones de costos y servicio al cliente, las empresas requieren de sistemas logísticos de alta capacidad de respuesta y muy flexibles, que les permita tener mínimos niveles de inventario sin que esto implique pérdidas en ventas. Esto ha llevado al desarrollo de técnicas como Just In Time o Crossdocking que logran tener mínimos tiempos de respuesta con mínimos niveles de stocks al mismo tiempo que mantienen el nivel de satisfacción de los clientes. En cuanto a la flexibilidad del sistema logístico, es necesaria para que la organización pueda adaptarse rápidamente a los cambios de la demanda o tendencias del mercado.
Por otro lado, la diversificación de la oferta en gran medida se debe a que hoy los mercados son globales. Las empresas han comprendido que la competencia ya no solo es a nivel local con empresas de la plaza, ya que, con la acelerada penetración del comercio electrónico, hoy cualquier empresa puede vender en cualquier parte del mundo y la logística hace que esto sea posible, dado que es la que permite conectar la oferta con la demanda o, dicho de otro modo, hace que el producto esté disponible donde el cliente lo necesite y cuando lo necesite (utilidad de tiempo y lugar). Sin embargo, debido a esta globalización de los mercados, ya no basta con que la empresa sea eficiente en administrar su sistema logístico propio, interno, sino que debe alinear, gestionar y sincronizar los flujos de productos y de información desde el proveedor de su proveedor hasta el cliente de su cliente, o dicho de otro modo, administrar el flujo de productos desde el punto donde se produce hasta el punto de consumo, lo que nos lleva a un concepto más amplio de la logística evolucionando a lo que se denomina la Administración de la Cadena de Suministro o Supply Chain Mangement (SCM).

La pregunta que cabe hacerse entonces es cómo llevamos la operación logística al siguiente nivel, aquel que nos permita no solo estar a la altura de los desafíos que nos impone este mundo globalizado y mercados mega competitivos, sino que nos permita tener un desempeño superior y lograr una ventaja sostenible sobre la competencia. La primera respuesta que surge posiblemente tiene que ver con la implementación de tecnología adecuada a los requerimientos del negocio y es probable que en el centro de esta solución se encuentre un WMS (Warehouse Management System) junto a dispositivos inalámbricos como capturadores de datos que permitan conectar el mundo físico con el mundo digital por mencionar alguna configuración. Sin embargo, la tecnología por si sola o resolverá ningún problema de la operación ni necesariamente nos hará más competitivos, es más, la implantación de tecnología en un ambiente que no está debidamente preparado termina transformándose más en un problema que en una solución. Para llegar a la solución, se requiere de la concurrencia de otros dos factores claves: Procesos bien diseñados y personal debidamente capacitado y entrenado. Este último factor resulta fundamental ya que, aunque se cuente con la mejor tecnología disponible y que los procesos estén debidamente alineados con el modelo de negocio, si es que el personal no entiende porque debe operar de cierta manera y/o ejecutar determinadas tareas, nunca se logrará alcanzar los niveles de productividad, eficiencia ni el compromiso necesario para lograr una operación logística de alto desempeño.

La tecnología se aplica sobre procesos bien diseñados y es utilizada por personal debidamente capacitado y entrenado.

Raúl Zamorano
Gerente Desarrollo de Negocios IASL Logistics
Ingeniero Civil Electrónico
Msc. en Ingeniería Industrial
Diplomado Gestión Logística
Profesor Universitario